Con motivo del anuncio de la llegada de la exposición ‘Emigrantes invisibles‘ a Asturias, la Fundación y el Muséu del Pueblu d’Asturies, en colaboración con la Fundación Municipal de Cultura, Educación y Universidad Popular del Ayuntamiento de Gijón, lanzaron a comienzos del mes de julio una convocatoria para recuperar el legado histórico y documental de los miles de asturianos que a finales del siglo XIX y principios del XX cruzaron el Atlántico rumbo “al Norte”. La propuesta invitaba a sus descendientes a seguir su rastro en antiguos álbumes familiares y cajas de recuerdos, y a compartir los hallazgos con los comisarios de la exposición.

El fin de la convocatoria coincidió con la celebración el 25 de septiembre de la «Xuntanza trasatlántica«, una jornada festiva que pretendía emular las intensas jornadas de escaneo que los comisarios de la exposición, James D. Fernández y Luis Argeo, organizaron en Estados Unidos durante su investigación. Más de 150 personas acudieron a la cita y se reunieron bajo el Tendayu del Muséu del Pueblu d’Asturies para participar en las diferentes actividades programadas.

En el ‘Espacio Papeleo’ se habilitaron escáneres para digitalizar las fotografías, cartas y otros documentos aportados por los participantes, que pasarán a formar parte del archivo custodiado por los comisarios. El ‘Espacio Parpayuela’ acogió el programa de charlas sobre archivos domésticos, en el que participaron expertos e investigadores especialmente vinculados al fenómeno de la emigración asturiana a Estados Unidos, como Alfonso García, responsable del archivo histórico de la compañía Asturiana de Zinc en Arnao; la historiadora Tatús Gil, de la asociación Navegantes de Colombres; la antropóloga Yolanda Cerra Bada, que compartió su experiencia en la preservación del legado de su tío abuelo José Manuel Bada, cronista de la colonia hispana en el Nueva York de mediados del siglo XX; Sonia Gayo, responsable del archivo del Muséu del Pueblu d’Asturies; y Chema Menéndez, que durante años ha investigado la historia de su abuelo, Jaime Menéndez “El Chato”, el asturiano que llegó a ser redactor de ‘The New York Times’. A continuación, el ‘Espacio Folixa’ acogió la obra de teatro amateur “Carta de un emigrante”, a cargo de la asociación cultural Fumañeda Santolaya.

La jornada culminó con la celebración de un “piquiniqui” —término que utilizaba la comunidad española en EE. UU. para referirse a los picnics— en el prao, amenizado con música tradicional asturiana y juegos infantiles. La xuntanza fue replicada de forma simultánea en el Centro Español y el Centro Asturiano de Tampa (Florida) y en la Sociedad Española de San Luis (Misuri), con los que se conectó en directo desde Gijón.