Seminario: The New Power Dynamics between China, the US and the EU
La Fundación colaboró con la Fundación Consejo España China en la organización de este seminario, que tenía el objetivo de analizar el estado actual de la relación bilateral entre las dos potencias mundiales rivales.
26 febrero 2020
El 26 de febrero tuvo lugar en el auditorio de Uría Menéndez en Madrid el seminario The New Power Dynamics between China, the US and the EU, organizado por la Fundación Consejo España-China con la colaboración de la Fundación y el apoyo del despacho de abogados Uría Menéndez, con el objetivo de analizar el estado actual de la relación bilateral entre las dos potencias mundiales rivales y el papel que debe jugar la Unión Europea en este complejo panorama internacional.
La mesa de debate estuvo moderada por Cristina Manzano, editora jefe de Esglobal, y contó con la participación de Jinghan Zeng, profesor de la Universidad de Lancaster, Carla Freeman, directora del Instituto de Política Exterior de la Universidad Johns Hopkins, y Fidel Sendagorta, recientemente nombrado director de Política Exterior del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación.
La moderadora abrió el debate cuestionando si el choque de fuerzas entre China y los Estados Unidos es la dinámica más relevante del siglo XXI, algo en lo que los tres ponentes estuvieron de acuerdo. En palabras de Fidel Sendagorta, “todo país está en un triángulo China – ellos – Estados Unidos”. Sin embargo, no todo fue consenso. En asuntos más controvertidos, como el desacoplamiento tecnológico de cara al desarrollo de la red 5G de telefonía móvil, la posibilidad de una guerra ideológica entre China y Estados Unidos, los nuevos equilibrios de poder en la sociedad internacional, o la respuesta ante situaciones de crisis global, Jinghan Zeng y Carla Freeman enfrentaron ideas.
Como conclusión general del debate, los tres ponentes coincidieron en subrayar la importancia de las relaciones tanto entre China y Estados Unidos como con terceros países, y señalaron que la Unión Europea “debe aprender a hablar el lenguaje del poder” para mantenerse como tercer vértice del triángulo más importante de la sociedad internacional.